EL MEJOR VIAJE ES HACIA TU INTERIOR

De niño solía hacer muchas preguntas. Había días en los que mi padre tenía que apagar la tele porque yo no paraba de cuestionarla.

Esa curiosidad por aprender continuó, y cuando cumplí 18 me pregunté cómo sería vivir en otro país.

Contacté a un primo en Australia. Solicité una cifra de dinero que jamás pensé que me prestarían, y viajé al otro lado del mundo a darlo todo.

No fue nada fácil. El idioma, los trabajos, la cultura, todo era muy extraño. Mi único familiar tuvo que regresar y me quedé solo en territorio ajeno.

Las largas jornadas laborales, la soledad y el montón de decisiones por tomar, abrieron paso a la depresión y la ansiedad.

Aún no tenía la madurez necesaria para reconocer que necesitaba ayuda.

Por fortuna, a mi ex le encantaba que le escribiera cartas de amor, y desde entonces escribir se convirtió en la mejor terapia para explorar lo que sentía.

Escribir es hacer una radiografía a tus emociones.

Me volví a enamorar, pero esta vez de la lectura. De historias que me llevaban a mundos fascinantes y de ideas que me permitían vivir una vida plena.

Otro amor llegó, como caído del cielo. Una bella cómplice de aventuras con quien viajé por muchos países. Cruzamos Asia en motocicleta, fuimos voluntarios en templos budistas, campos para refugiados, y hospitales para personas con bajos recursos.

Aprendí un montón.

Comprendí que la felicidad estaba más cerca de lo que lo imaginaba.

Ese aprendizaje me motivó a darle la vuelta a Tasmania en bicicleta y a escribir un libro sobre ello.

Así surgió Dementenomada. Un grupo de personas locas por vivir al máximo. Con fuego en las venas. Curiosas por aprender y explorar sus capacidades.

Mi misión es ayudarte a superar tus 
problemas, solucionar conflictos internos y externos y lograr una vida placentera.